La calima puede ensuciar la superficie de nuestra instalación fotovoltaica. Este fenómeno atmosférico da lugar a un ambiente caracterizado por un color amarillo, o anaranjado. Está causado por la presencia de un gran número de partículas de pequeñas dimensiones. En estas circunstancias, las partículas presentes dan lugar a un ambiente opaco.

La calima, un fenómeno meteorológico

Una instalación fotovoltaica puede verse afectada por la calima. Si hablamos del riesgo que supone la calima para las células fotovoltaicas, debemos hacer mención a la suciedad. Las partículas que transporta el aire pueden depositarse sobre la superficie de los paneles y, de esta forma, ensuciarlos. Por ello, si quieres aprender cómo limpiar tus paneles y así evitar los efectos de la calima, no te pierdas este artículo.

El tipo de calima, está determinado por el origen de sus partículas. Como hemos indicado anteriormente, el efecto visual de la calima puede ser de color amarillo, o anaranjado. Será precisamente el origen de las partículas presentes en el ambiente lo que caracterice el tipo de calima.

El efecto visual de la calima puede ser de color amarillo o anaranjado

Tipos de calima

En primer lugar, encontramos la calima de tipo A. Esta modalidad se distingue por estar causada por fenómenos naturales. Por lo tanto, puede producirse por distintas causas, como arena transportada por el viento, aunque también otros elementos presentes en el ambiente. Al respecto de partículas de arena del desierto, es un fenómeno conocido como polvo en suspensión y es común en zonas costeras.

El segundo tipo es la calima de tipo B. A diferencia del tipo A, esta calima está causada por la contaminación. En este caso, puede tener riesgos para la salud si se respira, como por ejemplo, produciendo problemas respiratorios.

La calima de tipo B está causada por la contaminación

Efectos de la calima sobre los paneles solares

Es importante valorar el origen que determina el tipo de calima. Es necesario considerar este factor como paso previo a la limpieza de paneles solares para que, así, contemos con las medidas oportunas. De esta forma, gracias a una correcta prevención, podremos evitar riesgos para la salud

Distintos tipos de paneles solares ofrecen diferente resistencia a la suciedad. La calima, generalmente, ensucia los paneles solares. Esta suciedad puede incidir en la eficiencia del rendimiento y puede hacer necesario limpiar los paneles. La operación de limpieza dependerá de la cantidad de suciedad acumulada y la ubicación de la instalación por razones de alcance. Además, es necesario advertir que, en el caso de los paneles de tipo monocristalinos, tienen una mayor tolerancia a la suciedad que los policristalinos.

La limpieza del panel dependerá de la cantidad de suciedad acumulada y la ubicación

La producción de energía puede verse reducida a causa de la suciedad. Por causa de la suciedad, se pierde hasta el 5% del rendimiento. Este valor es únicamente un valor de referencia puesto que, en otros casos, la disminución puede ser mayor. En el caso de que exista además otro tipo de suciedad, como por ejemplo excrementos de pájaro, la disminución puede alcanzar el 40%.

Pasos a seguir para limpiar los paneles fotovoltaicos de la calima

La suciedad acumulada es un factor a tener en cuenta. Si la cantidad de suciedad provocada por la calima es apenas superficial, el agua de la lluvia suele ser suficiente para eliminarla. Sin embargo, si hay una capa más gruesa y no es previsible que en las próximas fechas llueva, puedes realizar la tarea de limpieza. Para ello, ten en cuenta los siguientes pasos:

1. Preparar el agua con el que vas a limpiar los paneles. Puedes emplear una manguera si dispones de acceso a una toma en las proximidades. Sin embargo, ten en cuenta que la presión debe ser mínima para no perjudicar los paneles. En caso contrario, procede a verter agua sobre la superficie de la placa con un cubo. 

2. Frotar el panel. Debes prestar mucha atención al utensilio para no dañar la superficie. Utiliza una esponja, e incluso un cepillo que no tenga superficie áspera o cerdas duras y frota de forma muy suave. En función de las condiciones de tu instalación, deberías emplear un mango telescópico que te ayude a preservar las medidas de seguridad. Además, si lo deseas, puedes también utilizar jabón neutro.

3. Aclarado. Utiliza abundante agua para asegurarte que no queda ningún resto de suciedad. Tras el aclarado podrás comprobar si se ha desprendido la suciedad acumulada.

4. Secar los paneles. Para ello utilizaremos una toalla o un trapo que no deje fibras tras su paso. Una vez completado el secado, los paneles estarán perfectos para rendir sin que la suciedad incida en su producción. 

Una recomendación adicional, es atender el momento del día para realizar la limpieza. Es importante llevar a cabo la limpieza a primera hora del día, o a última. Hay que evitar las horas de mayor exposición al sol, especialmente durante el verano y los meses cálidos. Una buena idea es realizar la limpieza en un día nublado donde el pronóstico climatológico no advierta lluvia. 

Conclusión

No olvides que la seguridad prima. Es indispensable que, para el mantenimiento de tu instalación fotovoltaica, cuentes con profesionales. De esta forma, la operación se desarrollará en perfectas condiciones de seguridad y con un acabado idóneo. En la mayoría de las ocasiones, los paneles solares se encuentran en lugares de difícil acceso, o en altura, lo cual representa un riesgo. Por lo tanto, confía en profesionales y disfruta de la tranquilidad de dejar tu instalación en buenas manos.

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