La falta de un adecuado mantenimiento, tiene consecuencias para nuestra instalación solar. A pesar de la gran resistencia y que, por su diseño, los paneles fotovoltaicos han sido creados para funcionar con un bajo mantenimiento, no realizar un mínimo mantenimiento puede reducir su eficiencia. En el presente artículo analizaremos qué repercusiones para nuestra instalación fotovoltaica de autoconsumo puede tener la falta de mantenimiento:
Disminución del rendimiento
La disminución del rendimiento del sistema, es la problemática más frecuente. Ante la falta de un mantenimiento y limpieza básica, es común que pueda producirse una menor cantidad de energía producida. Esta reducción puede estar causada por diferentes factores:
Suciedad en la superficie de los paneles: Al producirse la acumulación de distintos tipos de residuos, como es el polvo aunque también elementos más consistentes como hojas, el acceso a la luz solar, es menor. En consecuencia, la cantidad de radiación solar es menor y, por lo tanto, la energía producida disminuye. De esta forma, estamos desaprovechando la capacidad de producción que ofrece nuestra instalación.
Presencia de sombras: Cuando se producen obstrucciones que dan lugar a sombras, es posible que la cantidad de energía producida, se vea reducida. Pueden producirse obstrucciones por diferentes causas, desde objetos que accidentalmente se interponen en la luz, hasta vegetación que por su desarrollo acaban siendo un obstáculo.
Degradado en las conexiones de la instalación: Si no se practica un correcto mantenimiento, las conexiones eléctricas del sistema, pueden deteriorarse. Como resultado, corremos el riesgo de que la instalación sufra pérdidas de energía.
Sobrecalentamiento: Al depositarse la suciedad en el panel, puede producirse una acumulación que derive en un sobrecalentamiento del panel. Al incrementarse la temperatura a causa del sobrecalentamiento, la producción de la energía puede verse afectada por su efecto sobre la eficiencia de conversión.
Fallo en los componentes del sistema: Durante la operación de mantenimiento, se realiza la comprobación del adecuado funcionamiento de los distintos componentes que forman la instalación. Por lo tanto, cuando no se realiza esa evaluación, existen problemas que pueden pasar inadvertidos y, posteriormente, derivar en una problemática mayor.
Importancia del mantenimiento de una instalación fotovoltaica
La gravedad de las incidencias puede estar determinada por distintos factores. El clima de la zona donde se ubique la vivienda, la calidad de los elementos que componen el sistema y el diseño de la instalación, son determinantes. Por lo tanto, para prevenir incidencias y disfrutar de una producción de energía óptima, es necesario llevar a cabo una operación de mantenimiento de forma regular.
El mantenimiento de una instalación tiene tres aspectos fundamentales. Durante el mismo, se deberá realizar una limpieza de los paneles solares, una inspección del estado de la instalación y una comprobación de las conexiones eléctricas. De esta forma, además de hacer nuestra generación de energía más eficaz, también podremos prevenir posibles incidencias y reducir su impacto.
El mantenimiento de una instalación consta de tres puntos esenciales
Eficiencia del sistema
La acumulación de suciedad impide un óptimo acceso de la radiación solar al panel solar. Por lo tanto, la conversión de la radiación solar en electricidad se ve afectada, pudiendo verse reducida. Es decir, al disminuir la eficiencia del sistema, nuestro volumen de producción se reduce y, entre otras desventajas, se reduce el tiempo de retorno de la inversión realizada.
Comprobar las conexiones eléctricas es básico para evitar pérdidas de energía. Una operación fundamental del mantenimiento, es evaluar el estado de las conexiones del sistema. De esta forma, podremos identificar aquellas que estén en mal estado y puedan producir un incremento de la resistencia eléctrica que, en consecuencia, dé lugar a pérdidas de energía.
Comprobar las conexiones eléctricas, nos permitirá evitar pérdidas de energía
Temperatura del panel solar
La suciedad acumulada incrementa la temperatura de los paneles fotovoltaicos. A causa del efecto aislante que produce, la suciedad que se deposita en la superficie del panel y no es retirada, puede incidir de forma negativa en el desempeño de la instalación.
Daños permanentes
La suciedad puede provocar daños en el propio panel. Entre los diferentes tipos de residuos que se pueden depositar en la superficie del panel, encontramos excrementos de aves y materiales corrosivos. Como consecuencia, puede dañarse la protección de la que dispone el panel fotovoltaico.
Los excrementos de aves y los materiales corrosivos, pueden dañar la protección del panel solar
Conclusión
Un buen mantenimiento cuida de nuestra inversión en paneles fotovoltaicos. Al contar con un mantenimiento profesional que se realice de forma periódica, evitaremos la disminución del rendimiento y evitaremos incidencias. De esta forma, nuestro sistema de paneles solares de autoconsumo estarán listos para proporcionar la mayor capacidad de producción de energía posible.
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