La aerotermia es una opción eficiente y sostenible para climatización. Sin embargo, muchas personas se preguntan cuál será su impacto en la factura eléctrica. Este sistema aprovecha la energía del aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS). Su eficiencia es superior a la de otros sistemas, pero su consumo varía según varios factores. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), las bombas de calor pueden alcanzar eficiencias superiores al 400%, reduciendo significativamente el consumo energético frente a sistemas tradicionales. En este artículo, explicamos su funcionamiento, los costes aproximados y cómo optimizar su uso.
¿Cómo funciona la aerotermia?
La aerotermia extrae calor del aire exterior para climatizar espacios. Este sistema se basa en el uso de una bomba de calor aire-agua o aire-aire, que capta la energía térmica presente en el ambiente exterior, incluso en temperaturas bajas, y la transfiere al interior del hogar. Su capacidad para proporcionar calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente sanitaria (ACS) durante todo el año lo convierte en una opción versátil y eficiente. A diferencia de los sistemas tradicionales de calefacción, la aerotermia no genera calor directamente, sino que lo transporta, lo que permite un ahorro energético significativo.
El Coeficiente de Rendimiento (COP) determina la eficiencia del sistema. Este indicador muestra la cantidad de energía térmica generada por cada kWh de electricidad consumido. Por ejemplo, un equipo con un COP de 4 produce 4 kWh de calor por cada kWh de electricidad utilizada. Según Iberdrola, algunas bombas de calor aerotérmicas pueden alcanzar eficiencias de hasta el 400%, superando ampliamente a calderas de gas o sistemas eléctricos convencionales. Además, un estudio de MITECO indica que la implementación generalizada de aerotermia en España podría reducir hasta un 30% el consumo de energía primaria en climatización para 2030, contribuyendo significativamente a la transición energética y a la reducción de emisiones de CO₂.
El Coeficiente de Rendimiento (COP) mide la eficiencia energética de la aerotermia y su impacto en el consumo
¿Cuánto consume la aerotermia?
El consumo depende del tamaño de la vivienda y su aislamiento. Cuanto mayor sea la vivienda, mayor será la cantidad de energía necesaria para calentar o enfriar el espacio. Sin embargo, un buen diseño arquitectónico puede mitigar este consumo al aprovechar la orientación del edificio y la inercia térmica de los materiales. El aislamiento térmico es clave para reducir pérdidas energéticas y mejorar la eficiencia del sistema. No solo las paredes y techos deben estar bien aislados, sino también los suelos y las juntas de ventanas y puertas, ya que hasta un 25% de la energía se pierde por filtraciones de aire. En zonas templadas como la Comunidad Valenciana, el aprovechamiento de la ventilación cruzada y las protecciones solares en verano pueden reducir la demanda de refrigeración, disminuyendo así el consumo eléctrico. Además, adoptar hábitos eficientes, como cerrar persianas por la noche en invierno o ventilar en las horas más frescas del día en verano, optimiza aún más el rendimiento de la aerotermia.
El cálculo del consumo depende de varios factores. Para estimarlo, se usa la fórmula:
- Consumo mensual (kWh) = Demanda energética mensual (kWh) / COP
- Coste mensual (€) = Consumo mensual (kWh) x Precio del kWh (€)
Ejemplo en la Comunidad Valenciana:
- Vivienda de 120 m²
- Demanda energética: 1.500 kWh/mes
- Bomba de calor con COP de 4
- Precio del kWh: 0,20 €
Cálculo del consumo eléctrico y coste mensual:
- Consumo: 1.500 kWh / 4 = 375 kWh
- Coste: 375 kWh x 0,20 € = 75 €/mes
Comparativa con otros sistemas
La aerotermia es más eficiente que las calderas de gas. Su tecnología permite generar calor con un menor consumo energético, lo que se traduce en ahorros significativos en la factura eléctrica y una reducción de la dependencia de combustibles fósiles. Mientras que las calderas de gas convierten solo una parte del combustible en calor útil, la aerotermia transporta el calor desde el aire exterior, aprovechando una fuente de energía gratuita y renovable. La ausencia de combustión directa no solo evita emisiones de CO₂, sino que también elimina riesgos asociados al almacenamiento y manipulación del gas. En ciudades con altos niveles de contaminación, la aerotermia contribuye a mejorar la calidad del aire y a cumplir con los objetivos de descarbonización establecidos por la Unión Europea para 2030.
La calefacción eléctrica tradicional tiene mayores costes. Comparación de costes para un hogar tipo:
- Caldera de gas natural (rendimiento del 90%, precio del kWh: 0,08 €)
- Consumo: 1.500 kWh / 0,9 = 1.667 kWh
- Coste: 1.667 kWh x 0,08 € = 133 €/mes
- Calefacción eléctrica convencional (rendimiento 100%, precio del kWh: 0,20 €)
- Consumo y coste mensual: 1.500 kWh x 0,20 € = 300 €/mes
La aerotermia permite ahorrar hasta un 50% respecto al gas. También supone un 75% de ahorro frente a la calefacción eléctrica. Además, según Iberdrola, las bombas de calor emiten un 70% menos de CO₂ que las calderas de gas, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono.
Factores que afectan al consumo
El aislamiento térmico reduce el consumo energético. Un hogar bien aislado requiere menos energía para mantener una temperatura estable, ya que evita pérdidas de calor en invierno y mantiene el frescor en verano. Mejorar el aislamiento de paredes, suelos y techos puede reducir hasta un 30% la demanda energética de climatización. También es importante contar con ventanas de doble acristalamiento y puertas bien selladas, que minimizan la pérdida de calor. Invertir en un aislamiento adecuado no solo mejora la eficiencia de la aerotermia, sino que también reduce la factura eléctrica a largo plazo.
El clima y el uso adecuado del sistema influyen en la eficiencia. En regiones con inviernos fríos, la bomba de calor necesita más energía para alcanzar temperaturas confortables, mientras que en climas templados su rendimiento es óptimo. Mantener la temperatura estable entre 19-21°C y programar el sistema para reducir su funcionamiento en horas de menor necesidad puede mejorar su eficiencia. Además, evitar cambios bruscos de temperatura en el hogar ayuda a reducir el esfuerzo del equipo y el consumo eléctrico.
El clima y un uso eficiente del sistema afectan directamente al consumo energético de la aerotermia
La tarifa eléctrica elegida afecta al coste final. Optar por tarifas con discriminación horaria permite aprovechar las horas valle, cuando el precio del kWh es más bajo, para reducir el gasto mensual. Como colaboradores oficiales de Iberdrola, ofrecemos tarifas optimizadas para aerotermia, permitiendo a los usuarios reducir su consumo eléctrico y maximizar su ahorro.
Consejos para reducir el consumo
Un mantenimiento adecuado prolonga la vida útil y eficiencia del sistema. Limpiar los filtros, revisar los conductos y comprobar el estado del compresor son tareas esenciales para evitar el sobreesfuerzo del equipo y garantizar su máximo rendimiento. La acumulación de suciedad en los filtros puede reducir la eficiencia hasta en un 25%, lo que se traduce en un mayor consumo eléctrico. Un mantenimiento profesional anual es recomendable para detectar posibles fallos y optimizar el funcionamiento del sistema.
Combinar aerotermia con energía solar aumenta el ahorro energético. Como colaboradores oficiales de Iberdrola, en Bluegold Energía ofrecemos soluciones que permiten integrar aerotermia con paneles solares fotovoltaicos, reduciendo significativamente el consumo de la red eléctrica. Aprovechar la energía generada por el autoconsumo es una estrategia clave para minimizar la factura eléctrica.
La combinación de aerotermia y energía solar maximiza el ahorro y reduce la dependencia de la red eléctrica
Conclusión
La aerotermia es una de las soluciones más rentables y eficientes. Su capacidad para reducir el consumo energético y minimizar el impacto ambiental la convierten en una alternativa superior a los sistemas de climatización tradicionales. Al aprovechar una fuente de energía renovable, permite a los hogares disminuir su dependencia de combustibles fósiles y reducir su huella de carbono.